domingo, 31 de enero de 2016

ASCENDENCIA DE MADEIRA: DIEGO SARDINHA Y MARÍA SÁNCHEZ

JUAN R. GARCÍA TORRES
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA

TOPÓNIMOS ANTIGUOS
PUERTO DE SARDINA (GÁLDAR)
En la “Cuarta década” de Alonso de Palencia hemos encontrado el texto más antiguo que conocemos (es anterior a 1491) en el que aparece citado el topónimo grancanario “Puerto de Sardina”, topónimo que en este caso particular no creemos que guarde relación con el colono portugués que encabeza el cuadro genealógico. Con posterioridad a este texto hemos encontrado múltiples referencias a dicho puerto en distintos documentos de los primeros años de siglo XVI.  He aquí uno de tantos ejemplos obtenidos de la obra “Canarias en el Archivo de protocolos de Sevilla” fechado en febrero de 1500: “…y luego a Gran Canaria, al puerto de las Isletas y desde allí al puerto de Sardina que es en el término de Gáldar…”.
Pero volvamos a la “Cuarta Década” en el momento en que se narra la llegada de una flota portuguesa a Gran Canaria, expedición de conquista de la isla que podemos datar con precisión a fines de  julio de 1478 tan solo un mes después de la fundación del Real de Las Palmas por Juan Rejón en nombre de los reyes de Castilla:
“Por entonces veinte naves lusitanas de las cuales siete iban numeradas se empeñaron en desembarcar a sus soldados con el fin de acabar con los nuestros gracias a su abrumadora mayoría. Unos mil seiscientos llevaría aquella flota portuguesa, y creían que les sería en extremo fácil poder capturar al reducido grupo de los nuestros si llegaban a poner pie en la playa. Para asegurar más el éxito de su empresa los portugueses enviaron a los canarios a un conocedor de su idioma a fin de que estableciera con ellos un convenio sobre esta base: en un día y hora determinados desembarcarían los soldados portugueses llevados al puerto de Sardina aunque pretendieran estorbárselo las reducidas tropas de Andalucía”.
COMENTARIOS A PROPÓSITO
El cronista real e historiador Alonso de Palencia fallece en 1492 cuando trabajaba en la redacción de esta, su obra magna, que quedó inconclusa. En las Décadas, obra escrita en latín, se describen los acontecimientos desde finales del reinado de Juan II hasta 1481, incluyendo por tanto el reinado de Enrique IV de Castilla, su enfrentamiento con su medio hermano Alfonso, el conflicto por la sucesión de Enrique IV, la subsiguiente Guerra Civil y la consolidación de los Reyes Católicos en el trono tras la firma de la paz.
A partir de estas cuadraturas estimamos que el topónimo Puerto de Sardina, aunque el cronista lo confunda con el de Las Isletas, es anterior al final de la conquista de Gran Canaria. Si bien Alonso de Palencia fallece en 1491, ocho años después de la anexión de la isla a la Corona de Castilla, su relato como ya dijimos concluye a mediados de 1481 justo con la llegada del nuevo gobernador Pedro de Vera.
Del texto seleccionado extraemos la noticia de que los portugueses desembarcaron en el puerto norteño a un negociador que conoce la lengua canaria con el  objetivo de sellar un pacto con los naturales que les permitiera hacerse con la isla en el marco del conflicto que enfrentaba  a ambas potencias por el control del Atlántico medio. De haber triunfado esta operación militar de la marina portuguesa, que se realizó, creemos, en  connivencia con los Señores de las islas, hoy los canarios hablaríamos portugués en vez de español, tal y como sucede en el resto de las islas de la Macaronesia: Madeira, Azores y Cabo Verde.
El desembarco del negociador se realizó, según las crónicas, en el puerto natural al que daría nombre, el más próximo a la capital del reino de Gáldar.  En algún texto hemos leído, sin documentación alguna de apoyo, que dicho personaje se llamaba Joao o Juan  de Sardinha pero no hemos encontrado prueba alguna al respecto.
Según Millares Torres, quien lo toma a su vez de Marín de Cubas, el almirante de la flota que trata de expulsar a los castellanos de la isla es un tal Almeida a quien podemos identificar como Francisco de Almeida, el marino que llegó a ser, pasados unos años, virrey de La India, y que falleció en 1510 en la Aguada de Saldanha  (hoy Saldanha Bay en África del Sur) en un contraataque de los hotentotes. 
CRUZ Y HUERTAS DE SARDINA (VALSEQUILLO)
LOMO DE SARDINA  (SANTA LUCÍA DE TIRAJANA)

Según Humberto Pérez en su  blog “Mi Gran canaria: Origen y noticia de sus lugares” el primero de los topónimos en cuestión, Huertas de Sardina, “tiene su origen según algunas fuentes en un antiguo propietario de dichas tierras, el licenciado, abogado de los Reales Consejos y Alcalde Mayor de Gran Canaria, Miguel de la Torre González y Sardina”.
Tenemos que disentir en esta ocasión del prestigioso editor de este blog puesto que el personaje citado desarrolla sus cargos en el último tercio del siglo XVIII y como podremos comprobar en este estudio el topónimo “Huertas de Sardina” aparece en los libros sacramentales de Telde desde mucho antes. Pongamos un ejemplo:
Partida de Bautismo Iglesia de San Juan Bautista Telde, L 8-F 100–Nº 578- Año 1675
"En la Ciudad de Telde en 20 de Diciembre de 1675 años Yo el Bachiller D. Lorenzo Finollo y Venegas… bauticé … a Joan hijo legitimo de Alonso Rodríguez y de Bárbola de San Juan su legítima mujer vecinos de esta Ciudad donde dicen las huertas de Sardina...”
No dudamos en todo caso de que tal personaje pueda ser un descendiente de los primeros Sardina que se afincaron en dicho lugar del actual Valsequillo y que provienen, según queremos establecer, del colono portugués Diogo da Sardinha de quien tenemos la certeza de que era vecino de Telde en fechas cercanas al 1500 y al que hacemos responsable del topónimo Huertas de Sardina en el municipio de Valsequillo y también del topónimo Lomo de Sardina en el municipio de Santa Lucía de Tirajana como luego comentaremos.

VECINDAD TELDENSE
Dicha vecindad puede atestiguarse en el Libro Primero de Bautismos de Telde:
Bautismo de Leonor, Libro 1 - Folio 1 Nº 3 - Iglesia de San Juan Bautista de Telde:
"Viernes tres del mes de Junio (1503) bautizó Diego Sardina una hija, pusiéronle nombre Leonor, fueron padrinos Vicente Tabordo y su mujer Juana (¿Sanches?)"
(Acerca del padrino de bautismo de la niña, Vicente Tabordo, hemos de decir que es el mismo  que comparece en la carta de reformación de repartimientos hecha por el Licenciado Juan Ortiz y Zárate  presentando las escrituras de ciertas tierras que posee en Valsequillo. Creemos asimismo que puede ser, en razón de su original apellido de origen francés, un familiar directo de Gregorio Tabordo, uno de los fundadores de Taganana. La nacida es Leonor, la menor de las hijas de Diego de Sardina quien creemos que es el único vástago de su prole nacido en Canarias).

VECINDAD LAGUNERA
Cuatro años más tarde, en 1507, encontramos a Diego Sardina como vecino de La Laguna y como propietario de tierras en Taganana dedicadas al cultivo de caña. De todo ello encontramos huella en algunos documentos  del escribano Juan Ruiz de Berlanga  a los que haremos algunas acotaciones entre paréntesis:
24. 1507-junio-4.--FoI, 29v.
“Diego Sardina, vecino, da a renta a Alonso de Sevilla, vecino de Gran Canaria, en el lugar de Agüimes, unas casas que posee en la villa de Agüimes, y 2 suertes de tierra de regadío con su agua, lindantes con la vega real, con tierras de Cornado y de Juan Adobad. Estas tierras fueron dadas en repartimiento y vecindad: unas a Diego y otras a su hermano Luis, quien las traspasó a Diego. Le arrienda también 1 buey hosco, que anda en los ganados de Tuahanato, término de Gran Canaria, y otras tierras de sequero, unas 16 fanegadas en Agüimes. El arrendamiento es por 4 años que comenzará el día de San Juan de junio y la renta anual será de 20 fanegas de trigo, pagaderas el mismo día de San Juan.— Testigos: Esteban... (roto), Rodrigo de Baeza, Martín Sánchez y Juan Sánchez, estantes y vecinos.” Diego Sardina. Alonso.
(Diego llega a Gran Canaria acompañado de su hermano Luis quien parece que le traspasa la propiedad y después abandona la isla porque de él no ha quedado huella documental. En su honor, el hijo mayor de Diego lleva su nombre. Esto nos atestigua que se trata de una migración familiar. Debemos prestar atención al hecho de que las tierras que obtuvieron en repartimiento ambos hermanos lindan con las otorgadas a Alonso de Cornado o Coronado,  y a Luis de Adobar, el primero un hombre de las islas vecino de  Lanzarote en los años 70, criado leal de los Herrera Peraza, y el segundo, un indígena canario, creemos que guanche,  hipótesis que argumentaremos en un próximo artículo. Lo que nos interesa resaltar en este momento es la ubicación y extensión de las tierras que recibe y que arrienda una vez pasa a ser vecino de Tenerife. Las de regadío, situadas junto a la vega real de Aguatona, pueden ser las mismas que, dedicadas a cañaveral,  pasaron  a ser propiedad  del también portugués Alonso de Matos; las de secano, creemos que pueden corresponderse con las situadas en una loma junto al río de Tirajana que serán llamadas por entonces Lomo o lombada (en portugués) de Sardina. No es necesario aclarar que el Señorío de Agüimes englobaba en aquellos tiempos todo el territorio que hoy ocupan los tres municipios del sureste con la excepción del Lugarejo es decir del pueblo de Santa Lucía, ya dentro de la caldera.  Es probable que la propiedad de estas últimas tierras de secano que se citan se mantuviera  en manos de la familia  o retornara a ellas con el tiempo pues a finales del siglo XVI pobladores de este apellido aparecen asentados en la comarca de Tirajana).
66. 1507-julio-23 FoI. 81v.
“Francisco Ruiz en nombre de Antonio Enríquez, candelero, y de su mujer Isabel Ribera, vecinos de Gran Canaria, y Diego Ortiz anulan la venta de unas casas con sus solares que el primero había vendido al segundo por 25 doblas. Testigos: Pedro de Vergara, alcalde mayor, Sebastián Páez, escribano público, Ruy Jiménez de Becerril y Diego Sardina, vecinos”.
(Tanto Antonio Enrique como Isabel Ribera, su mujer, constan como padrinos de cierto bautismo en el libro primero de El Sagrario. Podrían ser los padres de Catalina de Ribera, la esposa de Luis Sardina, hijo, lo que explicaría la presencia de su padre, Diego Sardina como testigo de la anulación de este contrato.)
77. 1507-julio-30.--Fol. 90v.
“Fernando Sánchez Pitel, yerno de la mujer de Diego Sardina, vecino, vende a Rodrigo Alonso, vecino, un cañaveral de azúcar en el valle de Taganana, que tiene plantado en unas tierras de Diego Sardina, unas 4 fanegadas de sembradura, lindantes con el barranco del mismo valle y con el monte. Las tierras se llaman "La Fajana" y la mitad del cañaveral se plantó en el mes de mayo del año pasado y la otra mitad en el presente. Le vende solamente la primera hoja con el agua y con un estanque de agua, que está en las mismas tierras, para regar las cañas, y la zoca que quedare, después de cortada la caña, será para Sardina, propietario de la tierra. El precio es de 65 arrobas de azúcar blanco, lealdado, que declara haber recibido. Testigos: Juan Serrano, Diego Ramírez, criado del Ldo. Alarcón, y Rodrigo de Baeza, estantes.” Firma: Fernando Sánchez Pitel.
(Advertimos con este documento que Diego Sardina, avecindado en Tenerife, es propietario de tierras en Taganana que pueden ser las mismas (Valle de Benijo) que este   había comprado a Bautista de Ascanio, el absentista Alguacil Mayor de la isla. El cultivador de las mismas resulta ser un yerno de su mujer. Efectivamente,  como se deduce de nuestras pesquisas, la esposa de Diego, María Sánchez, había estado casada anteriormente, y de tal matrimonio nació una hija llamada María Martínez que casó con el tal Fernando Sánchez Pitel. María Martínez era pues entenada de Diego Sardina.)
193. 1507-diciembre-29.--FoL 248v.
“Juan de Quadros, estante, vende a Juan Benítez, aserrador, estante, un solar situado en la calle de Santa María, que linda con casas y solar de Alonso Bello y con solar de su yerno Diego Sardina. El precio del solar y tapias es de 2 doblas de oro, que declara haber recibido. Testigos: Pedro de Azpeitia, Juan Francés, Rodrigo Cañizares y Alonso Gutiérrez, estantes”. Juan de Quadros. A ruego, Alonso Gutiérrez.
(La originalidad del apellido Quadros nos lleva también a Portugal y más concretamente a la isla de Madeira  a partir de nuestras consultas en la obra Antroponimia primitiva da Madeira. En este documento observamos que el tal Juan de Quadros es estante, es decir no avecindado por el momento en la isla, y que se le identifica como el padre de María Sánchez, la esposa de Diego Sardina. El solar está en La Laguna en una calle cercana  al actual catedral donde se concentran pobladores portugueses como se acredita en los apellidos de los vecinos cuyos solares son anejos: Sardinha y Velho,  castellanizados como Sardina y Bello).

MOTIVOS DE LA MARCHA A TENERIFE DE LOS SARDINA
En su libro Génesis y desarrollo  de Ingenio en el siglo XVI  sus autores Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique Martín Santiago, previa consulta de las datas de Tenerife, nos refieren lo siguiente:
“En el año 1503 Diego Sardina tuvo problemas en la isla de Tenerife con las tierras recibidas por él en repartimiento. Su ausencia de las mismas fue considerada como causa de pérdida de vecindad y sus tierras fueron entregadas a Bartolomé de Porcuna. Conocedor de su desgracia, realizó gestiones ante el adelantado Alonso Fernández de Lugo recibiendo el 14 de octubre de 1504 en la Punta del Hidalgo tierras en regadío al tiempo que se le autoriza  para la instalación de un trapiche o molino azucarero movido por bestias. También recibe en esa fecha 200 fanegadas de sequero para cultivar trigo y pastel encima del camino que une La Laguna con Taoro”.
Noticias de dicho traslado a Tenerife y de las actividades agroindustriales que allí desarrolla  nuestro ascendiente las encontramos, asimismo, en el artículo titulado Taganana de Elías Serra Ráfols publicado en 1944 en la Revista de Historia.
El profesor Serra sostiene en el mismo que la prosperidad inicial de la comarca estuvo asociada no solo a los hombres de las islas (Lanzarote y Fuerteventura) que obtuvieron la data original sino también a emprendedores colonos portugueses como es el caso de  Diego Sardina que asume la tarea de erigir un ingenio de azúcar en la localidad. Les mostramos a continuación los extractos de dos contratos notariales fechados en 1506 en la escribanía de Sebastián Páez que nos dan fe de la relevancia de las responsabilidades que Diego asume y de la solidez de sus finanzas:
"Sepan cuantos esta carta vieren como yo, Alonso Martín, albañil, y como yo Diego Saldaña, ambos vecinos que somos de la isla de Tenerife, otorgamos e conocemos que somos convenidos e concertados e igualados en esta manera: que yo el dicho Diego Saldaña doy a vos el dicho Alonso Martín a hacer una casa de ingenio en la acequia del agua en sitio que yo allí tengo nombrado e señalado, de la forma e manera que yo vos la diere trazada e señalada e bien...las... a mi costa e misión para que de tal anchor, longor e compás me hagades la dicha casa de ingenio, toda de piedra, en tanta altura como yo vos mandare, bien hecha ripiada e regada e vista de maestros…”
"Sepan cuantos esta carta vieren como yo Luis Afonso, carpintero portugués, estante que soy en esta isla de Tenerife otorgo e conozco que tomo a hacer de vos Diego Sardina, vecino que sois de esta dicha isla, que sois presente, un ingenio que vos habéis de hacer en el lugar e sitio de Taganana, que es término de esta isla, en las casas que vos ahora hacéis en el dicho lugar de Taganana para lo que he de hacer bien hecho de carpintería con mis oficiales y que es la rueda e ejes e prensa e cureños e todas las otras cosas anejas al dicho ingenio, e las canales para el ingenio, todo hasta lo dar moliente e corriente, bueno e bien fecho, a vista de dos oficiales que de ello sepan, dándome vos el dicho Diego Sardina toda la madera que fuere menester puesta en el lugar donde se ha de hacer el dicho ingenio a vuestra costa e misión..." En 17 de septiembre de 1506. Firmado autógrafo: Diego Sardynha
Para completar su artículo, el profesor Serra, después de probar que ambos documentos se refieren al mismo personaje y lugar, aun a pesar de la confusión del escribano a la hora de escribir su apellido, nos dice por último glosando su figura:
“Este Sardinha, tan evidentemente portugués, sería probablemente uno de los maestros de azúcar que de la Madera vinieron a implantar aquí esta industria. Por las Datas conocíamos ya algunos, todos portugueses. De Sardinha sabemos además que poseía casas (esto es, una casa con varias estancias) en La Laguna, acaso en la calle Real (hoy San Agustín) y de sus actividades industriales en Taganana es rastro el contrato que hace en noviembre del mismo año 1506 para que le suministren 3000 cargas de leña buena y gruesa como es costumbre cortar para los ingenios, en Taganana, en la montaña de dicho valle, por precio de cuatro maravedís por cada carga. Se trata, pues, junto con los mencionados en la Data del Adelantado, de uno de los destacados fundadores del pueblo de Taganana”.

EPIDEMIA DE MODORRA EN LA LAGUNA
(Sobre la fecha y circunstancias del fallecimiento de Diego Sardina y de su esposa  y de al menos dos de sus hijos)
Además de los protocolos citados de Juan Ruiz de Berlanga y Sebastián Páez, hemos hecho un rastreo  en  escribanías tinerfeñas de fechas posteriores  para obtener noticias  de la familia Sardina. Del resultado de estas pesquisas se colige que no todo parece ir bien a comienzos de la segunda década del siglo puesto que Diego Sardina, aunque está vivo, ya no ejerce como cabeza de familia y parece tener problemas financieros.
Efectivamente, en 1510, ante Hernán Guerra, aparece Luis Sardina, el hijo mayor de Diego, recibiendo un poder especial de su madre, María Sánchez, para vender bienes muebles y raíces de sus padres. De esto concluimos que Luis era ya mayor de edad (más de 25 años) por esas fechas y por lo tanto nacido fuera de las islas y que su padre debía estar enfermo o impedido, motivo por el que este actúa en su nombre. En este mismo año Luis aparece vendiendo puercos a un portugués, Gonzalo Báez de Tavira, y comprando 24 fanegadas de tierra en Tegueste a un tal Juan Martín de Espinal.
En 1512 Diego Sardina es citado en una de las cláusulas del testamento de Lope Fernández, herrero, conquistador de Tenerife, como deudor:
“Ítem mando que se recabe de Diego sardina, vecino que fue de esta isla, 600 arrobas de azúcar blanco que me debe para lo cual está hipotecada la hacienda de Taganana…”
En la década siguiente, en 1520 y ante Alonso Gutiérrez aparece Luis Sardina ejerciendo de testigo en el recuento de bienes posterior al fallecimiento de Francisca del Castillo (Princesa Dácil). Asimismo es citado en el testamento de Andrés Martín como arrendatario en mancomún de ciertas abejeras salvajes. En este mismo año y ante el mismo escribano encontramos la única nota que hemos podido localizar en todo este periodo referida a su padre, Diego Sardina, en la que se señala que este se hace con un alfanje en el remate de los bienes del genovés Bartolomé Gerin.
Al año siguiente, en 1521, aparece también Luis Sardina arrendando sus tierras de Tegueste, comprando ropa y ejerciendo de testigo en la declaración testamentaria, por encontrarse este muy enfermo, de Miguel del Barco, hijo de  Gregorio Tabordo, difunto, y de Juana del Barco, pareja originaria del Taganana colonial con la que parece que los Sardina mantenía una especial relación.
Todavía en marzo de 1522 aparece Luis Sardina comprando un solar en San Cristóbal  de La Laguna a Juan Martín de Espinal que linda con un solar de María Sánchez, mujer de Diego Sardina, con casas del vendedor y con la calle real, documento que nos sirve de prueba para confirmar la localización de la residencia familiar en la Calle Real o de San Agustín y para probar que el fundador de la estirpe vive aún en esa fecha.
Pero es en la primavera de 1522 cuando la muerte toca a la puerta de los Sardina en la Calle Real de San Cristóbal de La Laguna trayendo la desgracia a toda la familia:
- El 21 mayo de 1522 fallece, después de dictar su testamento ante Juan Márquez, Isabel Sánchez Sardina, hija de Diego Sardina y María Sánchez. Veamos un extracto de dicho testamento:“Testamento de Isabel Sánchez, mujer de Diego Álvarez. Albaceas: Ibone Fernández y Guillén de Betancor. Nombra herederos a Juana, María, Malgarida y Catalina, sus hijas y de su marido Diego Álvarez por partes iguales. Otorgado en las casa de Ibone Fernández. Testigos: Luis Sardina, Alonso Mirabal y Diego de Ortega”
El hecho de que tenga cuatro hijas (la última es de corta edad porque no aparece registrada en el testamento que hizo su padre dos años atrás en 1520 ante Juan Márquez) nos informa de que Isabel fallece joven, a una edad próxima a los 30 años, debiendo haber nacido por tanto en la década de los 90, también en Madeira, probable lugar de origen de la familia. Este es el extracto del documento citado:
“Testamento de 14 de marzo de 1520 de Diego Álvarez porque se va de armada. Albaceas: Ibone Fernández y su mujer. Casado con Isabel Sánchez Sardina. Tierras en Tegueste, viña, molino y casas. Hijas: Juana, María y Malgarida”.
Por interés genealógico, haciendo un pequeño inciso, diremos que Diego Álvarez es hermano de Malgarida Perdomo y sobrino de Guillén Betancor quien consta  en un documento de  septiembre de 1510 como “hombre de las islas”.
-El  19 junio de 1522 y ante el mismo escribano será el turno de testar de María Sánchez declarando en los prolegómenos que su marido, Diego Sardina, era difunto. Suponemos que el óbito de su esposo se había producido recientemente ab intestato por no encontrarse aquel en plenitud de sus facultades mentales. Veamos un extracto de las últimas voluntades de su esposa:
“Testamento de María Sánchez, mujer de Diego Sardina, difunto. Hijos: Luis Sardina; Catalina Sánchez, mujer que fue de Lorenzo Fernández; María Martínez, mujer  de Fernán Sánchez Pitel; Leonor Sardina, mujer de Melchor Fernández ; y sus nietos,  hijos de Isabel Sardina, difunta, mujer de Diego Álvarez. Albaceas: Juan de Llerena y Sebastián de Llerena, su primo”.
Como puede comprobarse, la testadora cita a todos sus hijos como herederos y también a sus nietas, las hijas de Isabel Sardina, quien había fallecido tan solo un mes antes. Señala por otra parte que también era difunto su yerno,  Lorenzo Fernández,  el esposo de Catalina Sánchez, su hija mayor, muerte que debió ser también reciente pues tenemos constancia de que el tal Lorenzo estaba vivo en mayo de 1521 siendo citado en el documento que lo acredita como yerno de Sardina, lo que viene de nuevo a confirmarnos que el cabeza de familia, Diego Sardina, seguía vivo por entonces a pesar de su invisibilidad en los protocolos.
-El  26 julio de 1522 y ante Alonso Gutiérrez es el turno de testar del primogénito:
“Testamento de Luis Sardina. Albaceas: Bastián Machado e Ibone Fernández. Herederos: Diego y Ana, sus hijos, y de su mujer, Catalina Rodríguez. Cita  a Melchor Fernández, su cuñado”.
Tenemos la seguridad de que Luis fallece poco después de haber dictado este testamento pues se señala en un documento de septiembre de este mismo año de 1522 que Catalina de Ribera era ya viuda.

LA MORTANDAD DE LOS AÑOS VEINTE
Así pues y con todo esto tenemos que concluir que la descendencia de Diego Sardina quedó seriamente comprometida por la extraordinaria mortandad que asoló a esta familia. Nos preguntamos de inmediato si la mortífera epidemia los afectó solo a ellos  o por el contrario si se extendió por la isla, y para resolver ese interrogante  recurrimos a la consulta de un interesante trabajo de Mª Josefa Betancor Gómez y Luis Alberto Anaya Hernández titulado: Las epidemias en Gran Canaria hasta la tercera década del siglo XVI publicado en  MDC 2006. 
“A lo largo de la tercera década, Gran Canaria sufrirá la epidemia más larga, y quizás mortífera de su historia, aunque las referencias en las fuentes impresas sean escasas. Marín de Cuba alude en unas pocas  líneas a que hubo en casi todas siete islas una grave enfermedad a modo de peste, llamada modorra, que duró nueve años donde murieron casi todos los naturales de ellas. Viera la menciona para justificar el que por su causa, el gobernador Bernardino de Anaya no pudiera enviar socorros a la fortaleza de Mar Pequeña, asediada por el rey de Fez, y para explicar la abolición de la mancebía. Millares Torres es quién aporta más datos, situándola cronológicamente, aludiendo a su intermitencia y mencionando documentos del Cabildo catedral y particulares sobre la misma”.
Anaya y Betancor nos amplían la descripción del fenómeno citando acuerdos del Cabildo de Tenerife para informarnos, después de señalar la aparición a principios de esta década de brotes de la epidemia en África, Madeira y Andalucía, de su llegada a Canarias hacia principios de 1523, primero a La Gomera y poco después a  Lanzarote y Gran Canaria. Nos dicen además estos autores que la isla de Tenerife no se vio afectada gravemente por la mortandad aunque haciendo la siguiente matización:
“No obstante, Tenerife debió de padecer alguna enfermedad, pues el 23 de mayo de 1522 al discutirse la renovación del salario del Dr. Jiménez, se dice en las actas del cabildo que esta isla no está muy sana y hay muchos enfermos en ella. El seis del mes siguiente se ordena al médico que vea a los esclavos de Francisco Díaz para ver si están enfermos de pestilencia, aunque la ausencia de noticias posteriores parece descartar que fuera este el mal que padecían”.
Nosotros estimamos, sin embargo, que la isla de Tenerife sí se vio afectada por esta enfermedad como puede deducirse de lo ocurrido a la familia Sardina, residente en La Laguna, que en cuestión de pocos meses pierde a gran parte de sus efectivos. Consideramos además que fue en esta isla donde primero se sintieron los efectos de la epidemia (primavera de 1522) y que desde aquí la modorra debió extenderse al  resto del archipiélago.
Asimismo, la noticia en las actas del cabildo referente a que la enfermedad afecta a los esclavos de un tal Francisco Díaz nos conduce a pensar por una parte que, tal y como señala Marín de Cubas, la mortandad se cebó en los naturales de las islas, desprovistos de defensas inmunológicas, y por otra, a presumir que Diego Sardina y María Sánchez son igualmente naturales descendientes de esclavos guanches en primera o segunda generación que llegaron a Canarias desde la isla de Madeira tras la definitiva orden de expulsión de los canarios  decretada por el rey de Portugal, orden que fue dirigida a los mandatarios de la isla en 4 de mayo de 1503:
“Hemos mandado muchas veces echar fuera de dicha isla a todos los canarios, así horros como cautivos, por los grandes inconvenientes que para dicha isla se producen por culpa de ellos, según estamos informados, lo cual nunca se ejecutó tan enteramente como mandamos. Sin embargo, por esta presente mandamos que, a partir del día de la notificación de este mandato nuestro hasta el fin de los meses primeros siguientes, se han de encontrar fuera de dicha isla todos los canarios que en ella hubiere, así horros como cautivos, bajo pena de que, los que sean horros, pierdan la libertad y pasen a ser cautivos nuestros si pasado dicho tiempo se encuentran aún en dicha isla, y los que tengan dueño pasarán asimismo a nuestra propiedad. Y damos para esto encargo de ejecución a Joao Rodrigues de Parada, al cual por esta mandamos que, pasados los dichos dos meses, tome para Nos como cautivos a todos los que se encuentren en dicha isla y nos los envíe a esta ciudad en la primera carabela que de aquella venga, para mandar hacer con ellos lo que nos plazca”.

PROBABLE ASCENDENCIA GUANCHE DE  DIEGO SARDINA
Fundamentaremos nuestra hipótesis en primer lugar con dos textos muy clarificadores, el primero extraído de la tesis de Alberto Vieira La esclavitud en Madeira dirigida por Manuel Lobo y el segundo de un artículo de Lothar Siemens y Liliana Barreto publicado en AEA titulado Los esclavos aborígenes canarios en la isla de Madeira.
Como resultado de la colaboración entre diversos profesionales entre los cuales están los dos investigadores citados se ha publicado recientemente, por iniciativa del Ayuntamiento de  Candelaria, en la Colección Guanches, un magnífico y bien documentado cómic, obra
de Quique Ramos y Eduardo González, cuya lectura muy sinceramente recomendamos.
- Alberto Vieira:
“La presencia de los guanches en Madeira es un hecho natural. A ello contribuirá la proximidad de Madeira y el empeño de los madeirenses en la iniciativa Henriquina. Transcurridos apenas 26 años desde el inicio del poblamiento de Madeira los madeirenses tomaron parte en la disputa por la posesión de Canarias al servicio de su señor el infante don Henrique. Tales condiciones definirán la presencia madeirense en el mercado de esclavos teniendo lugar en la primer a mitad del siglo XV algunas incursiones de las que resultó aprovisionamiento de esclavos. Acerca de estas, se tienen referencias de tres (1425, 1427,1434) que parten de Madeira. Más tarde en la expedición a la costa africana de 1445 el madeirense Alvaro de Ornelas hace un desvío a la isla de La Palma donde toma algunos indígenas que son conducidos a Madeira. Además en los numerosos viajes organizados por portugueses entre 1442 y 1446 se capturan esclavos que después serán vendidos en Madeira o en Lagos.
A partir de mediados del siglo XV son frecuentes las referencias a esclavos canarios en la isla de Madeira como pastores y maestros de ingenio. Su presencia en la isla es importante en las últimas décadas del siglo XV. Los documentos clamando por medidas para domar su rebeldía son indicios de ello. Muchos se mantienen en Madeira fieles a la tradición de pastoreo. Extrañamente, en los testamentos del siglo XV no encontramos indicaciones de ningún esclavo guanche. Además de dos esclavos que poseía el capitán Simao Gonçalves da Camara, se sabe que Joao Esmeraldo, en la Lombada da Ponta do Sol, era también detentador de esclavos de este origen, sin que se indique el número de ellos. Cadamosto en su primera visita a Funchal en 1445 refiere haber visto a un canario cristiano que se dedicaba a hacer apuestas sobre lanzamiento de piedras.
Aquí, a ejemplo de las Canarias, ellos sobre todo los fugitivos serán un quebradero de cabezas para las autoridades. Fue como resultado de esta situación insumisa, de libres y cautivos, que el Señorío de Madeira determinó en 1483 una investigación de los hechos, seguida de una orden de expulsión en 1490. De acuerdo con este último documento todos los esclavos canarios oriundos de Tenerife, La Palma, Gomera y Gran Canaria, con la excepción de maestros de azúcar, mujeres y niños, deberían ser expulsados del archipiélago.
Las reclamaciones de los funchalenses, síntoma de que se sentían perjudicados y de que esta comunidad era importante, llevaron al infante a considerar tan solo la expulsión de los libres. En 1503 el problema aún persistía ordenando el rey que todos fueran expulsados en un plazo de diez meses. De nuevo el rey retrocede abriendo una excepción para aquellos que eran maestros de azúcar y para dos esclavos del capitán llamados Bastián Rodríguez y Catalina, con el argumento de que estos nunca habían sido pastores. De todo esto podemos concluir que las Canarias se consolidan en el siglo XV como el principal aportador de esclavos complementándose esta fuente con presas de los asaltos a la costa de Marruecos y de viajes más hacia el sur”.
- Lothar Siemens y Liliana Barreto
“El apogeo del negocio azucarero en otras islas atlánticas, en detrimento del de la Madera, era ya entonces un acontecimiento próximo e irreversible. Entre las causas que provocaron este venir a menos de su industria, hay dos que fueron decisivas y que favorecieron notablemente el auge económico del mismo negocio en Canarias: la actitud excluyente de los madeirenses frente a determinados extranjeros genoveses y de otras partes… y la fuga de su mejor mano de obra especializada hacia Canarias.
Es bien sabido, efectivamente, que, de la misma manera que Pedro de Vera hizo traer frutales y cañas azucareras de la Madera a Gran Canaria después de 1483, en que terminó la conquista de esta isla , también de la Madera llegaron luego los cosecheros, los maestros de azúcar y el personal auxiliar que formaban los carpinteros, caldereros, refinadores, etc. Tras el estudio de estos documentos, presumimos que muchos de aquellos «portugueses» que vinieron a las Canarias a fomentar el negocio del azúcar no eran otros que antiguos esclavos aborígenes canarios, ahora libertos, cristianizados y ostentando los apellidos de sus padrinos portugueses o el de sus antiguos amos madeirenses. En abono de esta conclusión hay que señalar que algún lusitano trajo incluso apellido de toponímico canario cual es el caso de «Juan de Gáldar, portugués» que aparece citado en documentos de nuestras islas desde fines del siglo XV”.
En el cómic citado, Alzados de La Madeira, que es una especie de síntesis de la

investigación sobre el tema de los esclavos de origen canario en aquella isla se refleja la existencia (no sé si esto está bien documentado) de una gran migración forzada de canarios tanto libres como cautivos hacia las islas de las que proceden. Esta migración colectiva, que de existir, tuvo que situarse cronológicamente con posterioridad a este edicto, se realizó en carabelas fletadas por Portugal para el cumplimiento de la orden real previo pacto con los desterrados.
En segundo lugar señalaremos algunos indicios relevantes de la probable naturaleza indígena canaria de Diego Sardina y de su familia:
- En el testamento ya citado de Luis Sardina en 1522 se hace saber que este,  que es el primogénito de Diego Sardina, es compadre del natural  Rodrigo Hernández con quien comparte una colmena en Güímar. También nombra Luis en su testamento al guanche Pedro Miguel, hidalgo que fue de dicho menceyato, precisando que este sabe dónde están unos corchos de drago que son de su propiedad.
- Ya hemos citado asimismo la presencia de Luis Sardina como testigo en el recuento de bienes de Francisca del Castillo (Dácil) inmediatamente posterior a su testamento de 1520 cuyos albaceas fueron Ana Gutiérrez, mujer de Martín de Mena, la hija de Bentor, y su primo Pedro de Tacoronte que es asimismo un hidalgo guanche. Puesto que Luis Sardina sabe firmar y es una persona letrada es posible que sus congéneres lo hayan seleccionado por tal motivo para acometer esa tarea.
Por último acudiremos a la consulta del libro Antroponimia primitiva da Madeira e repertorio onomástico histórico de Madeira (Séculos  XV e XVI), cuyos autores son Naidea Nunes Nunes y Dieter Kremer, para constatar la presencia en dicha isla de distintas personas que portan dicho apellido, algunas de ellas descendientes de esclavos.  Destacamos del listado adjunto la última de las notas en la que se habla de Ana Sardinha, esclava que fue de Tomé Sardinha, referencia con la que se atestigua una vez más que es generalmente el propietario quien otorga su propio apellido a los esclavos de su hacienda.
- Sardinha,  Diogo. Calheta a 1513-1514  L Contas Madeira
- Sardinha, Diogo e Catherina Afonso (Lopo, filho de) Jardim a 1538-1553. L Matricula Funchal
-Sardinha, Diogo e Beatriz Vaz (Manoel  filho de) Jardim a 1538-1553. L Matricula Funchal
- Sardinha, Joane (preto, forro, filho de Joao Dias, preto, e Ana Sardinha que foi escrava de Tome Sardinha. Funchal a 1574. Escravos Madeira casamentos.
De la lectura atenta de dicho índice de habitantes de Madeira en los siglos XV y XVI observamos por otra parte con curiosidad genealógica  la presencia de apellidos que también se dieron en Gran Canaria en torno al año 1500 como es el caso de Mouro y Matos, entre otros que son muchísimo más cercanos para nosotros como Alvares, Martins y Gonçales, lo cual nos lleva a pensar, como dice Lothar Siemens, que muchos pobladores portugueses que forman parte como Diego Sardina de nuestra ascendencia, pudieron quizá provenir de Madeira y ser asimismo descendientes de esclavos de origen canario.
  
DIGRESIÓN SOBRE EL ORIGEN REMOTO DEL APELLIDO SARDINA
- Sobre el origen remoto del apellido Sardina hemos encontrado dos interesantes reseñas en la red con explicaciones encontradas sin que creamos necesario decantarnos por ninguna de ellas, dada su irrelevancia para esta investigación:
La primera reseña, localizada en el blog apellidosespanoles.blogspot.com.es, nos dice: “Apellido de vieja raigambre gallega y portuguesa. Como linaje toponímico, su cuna se encuentra en alguno de los poblados que citan los índices geográficos: Sardiñas, una aldea en la parroquia de Soaserra, en el municipio de Cabañas y partido judicial de Puentedeume, y que fue singularizado, como era normal en tiempos antiguos al tratarse de una sola persona. Por nuestra noticias es un antiguo apellido de Portugal, pues en 1209 vivía Pedro Sardiña (o Sardinha), padre de Pero Pires Sardiña, prior del monasterio de San Vicente en Lisboa. En 1316 vivía un Martín Martíns Sardiña, ubicado en Neiva, y con casa en la quinta de Riba Fría. En este país los Sardinha son frecuentes en el Alentejo”.
La segunda reseña se corresponde con un post  de Felipe Enrique Martín Santiago en el periódico digital Maspalomas ahora.com que lleva por título Topónimos de Gran Canaria: Sardina en el que este autor plantea  un posible origen mediterráneo de dicho apellido relacionando el término con el  nombre de la isla de Cerdeña, que en portugués se escribe Sardenha, isla que estuvo vinculada a Génova durante la Baja Edad Media.

EL REGRESO DE LOS SARDINA A GRAN CANARIA
Diego Sardina, el hijo de Luis Sardina, debió nacer según nuestras cábalas sobre 1510 pues su madre al solicitar en 1523 ante el escribano Alonso Gutiérrez un tutor para él y para su hermana, un año después de la muerte de su padre, nos dice que sus dos hijos tenían por entonces menos de 14 años, siendo Diego el mayor. Ofrecemos un extracto de dicho documento en el que actúa de fiador Diego Álvarez, tío político de los menores:
“Catalina de Ribera, mujer de Luis Sardina, difunto, dice que su marido dejó como herederos a Diego y a Ana menores de 14 años quienes tenían necesidad de un tutor. Preguntados los menores, dicen a instancias de  su madre que quieren a Juan de Llerena quien asiente. Fiador: Diego Álvarez”
Siete años más tarde, en una sesión del cabildo de Tenerife de 20 de mayo de 1530  Diego Sardina es citado como testigo de un pregón que ha tenido lugar días antes en la Plaza de la Concepción. Es pues vecino de la Laguna por entonces. Hemos de decir, sin embargo que en la tazmía de 1552 no parece nadie de este apellido en el recuento de vecinos laguneros que son cabeza de familia.
Mucho tiempo después, un Diego Sardina, que puede ser el nieto o bisnieto del fundador, aparece bautizando a un hijo de su mismo nombre en la Ciudad de Canaria (Las Palmas) concretamente en 1578, tal y como consta en el Libro 5 de El Sagrario.
“Bautismo de Diego, Libro 5 - Folio 92 Vto- Iglesia El Sagrario Catedral. Padres: Diego Sardina y María Sarmiento, el día 1 de febrero de 1578. Padrinos: Nicolás de Franquis y Jerónima Calderín”.
De ser este el nieto, es decir Diego Sardina 2, sería ya muy mayor (rondando los 70 años) cuando tiene a este hijo con María Sarmiento. También podríamos pensar que es un bisnieto homónimo el que bautiza a ese niño en Las Palmas. En ese dilema, lo único que tenemos documentado, por el momento, es que Diego Sardina 2 estuvo casado en primeras nupcias en Tenerife con Andrea Martín con la que procrea  a Miguel Sánchez Sardina tal y como se recoge en la genealogía ilustrada cuya foto adjuntamos  (Información ad perpetuam rei memoriam de Francisco Perera).
La hipótesis de trabajo sería la siguiente: Catalina Rodríguez de Ribera viuda de Luis Sardina, a la que hacemos de una edad inferior a los 30 años cuando se produce el óbito


de su marido, debió casar de nuevo como era lo propio en esa época.  Su hijo Diego, tutorado por los Llerena, se habría casado en Tenerife con una mujer cuyo nombre en la genealogía citada es Andrea Martín. Allí debió nacer, entre otros, su hijo Miguel con el que se producirá el retorno de los Sardina a Gran Canaria.
El reto para confirmar esta hipótesis es encontrar noticias en La Laguna del primer matrimonio de Diego Sánchez con Andrea Martín y, en su caso, de los hijos que procrean. Presumimos que Diego debió casar en la década de los años treinta. Así pues sus primeros hijos deben estar bautizados en La Laguna a fines de los 30 o principios de los 40.
Nos hemos propuesto por tanto resolver el enigma consultando los libros sacramentales de las iglesias laguneras lo cual nos va a tomar cierto tiempo. Nos comprometemos ante los lectores a publicar una adenda a este artículo en cuanto tengamos noticia de los Sardina tinerfeños hacia mediados del siglo XVI.
MIGUEL SÁNCHEZ SARDIÑA E ISABEL SÁNCHEZ PERDOMO
Según dicha genealogía ilustrada de principios del siglo XVIII que nos está sirviendo de respaldo Miguel Sánchez Sardina e Isabel Sánchez Perdomo son los padres de Amaro Sardina. Sin embargo, a pesar de lo que cuentan las imágenes, reiteramos que no tenemos pruebas del entronque de Miguel con sus presuntos padres, Diego y Andrea, por lo que advertimos a los lectores de la endeblez de ese peldaño.
Del matrimonio formado por Miguel e Isabel podemos aportar  que, además de ser los padres de Amaro Sardina, nacido al parecer en Tenerife, por quien sigue la línea, procrearon al menos dos hijos más de los que tengamos noticias:
- Petrona Sánchez casada con José González, vecinos de Tirajana, padres entre otros hijos de María Sánchez, casada con Diego García, y de Juan González, casado con Catalina Martín.
- Pedro Sánchez Castellano, casado con Francisca Pérez, también vecinos de Tirajana, padres entre otros hijos de Ana Sánchez, casada con Diego Gómez, y de Pedro Sánchez, casado con Luisa Matías.
DATOS ACERCA DE AMARO SARDINA Y DE SUS ESPOSAS E HIJOS
Aunque no aparece su bautismo por ninguna parte, tenemos certezas en los libros sacramentales  de La Vega y Telde acerca de los matrimonios que contrajo Amaro y también acerca de la identidad de una parte de su descendencia:
Amaro casó en primeras nupcias con Isabel Rodríguez, calculamos que sobre 1570. De este matrimonio tenemos confirmación de sucesión a través de las partidas de matrimonio de una de sus hijas en las que son citados como sus padres:
- María Suárez que casaría con Juan Mateos en La Vega en 1589.
Posteriormente, en los años ochenta, Amaro casó en segundas nupcias con Brígida de Morales con la que también tiene hijos, entre ellos:
- Isabel Sánchez, que se llama como su abuela paterna, quien casaría en 1598 en La Vega con Simón González y poco después en 1601 en Telde con Marcos Hernández.
- Manuel Sardina, nacido en 1588 en La Vega que casaría con Angelina Álvarez y que fue fundador de una capellanía.
- Catalina Hernández que casaría con Gregorio Delgado.
- Amaro Sardina 2, por quien prosigue la línea.

CONTINUIDAD DEL LINAJE PARA FACILITAR LOS ENTRONQUES
AMARO SARDINA 2 Y BÁRBOLA (ANTONA) DE LOS ÁNGELES
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida, Libro 1-Folio 238 Vto - Año 1618
"A 27 días del mes de enero de 1618 yo Sebastián de Agama cura de este lugar doy fe que casé y velé a Amaro Sardina y a su mujer Bárbola (sobrescrito encima Antona) de los Ángeles y fue su padrino Salvador Báez (roto) en presencia de Mateo Luis, sacristán, y Sancho Vélez y por verdad lo firmé”. Sebastián de Agama.
Aportamos asimismo un extracto del testamento dictado por Amaro Hernández Sardina ante Francisco Carrillo el 10 de julio de 1645:
“Casó con Bárbola de San Juan hija de Bartolomé Benítez y Beatriz de los Ángeles y con ella le dieron en dote un cercado de tierras en el saucillo y una vaca parida… declara por sus hijos a Manuel Sardina, a Brígida Morales, a María Flores que murió y Angelina Hernández. Dice que Brígida casó con Juan Rodríguez y le dio en dote cuantiosos bienes: tierras en el caidero que lindan con las huertas, tierras en el propio término de Tenteniguada, tierras en el saucillo, las cuevas donde vive, ganado (una yunta de bueyes, 50 ovejas, una yegua)  y ciertas medidas de trigo y centeno. Nombra a su hermano Manuel Sardina para que administre los bienes de su hija Angelina Hernández hasta que esta se case. Los albaceas encargados del cumplimiento de sus voluntades son su hermano Manuel Sardina y su compadre el capitán Gabriel de Armas”.
En el libro primero de bautismos de La Vega constan por otra parte los siguientes natalicios de la pareja formada por Amaro y Bárbola: en 1618 nace Manuel (por quien prosigue la línea);  en 1621, Brígida Morales (casada con Juan Rodríguez en Telde en 1637);  en 1624, María; en 1627, Isabel; y en 1632, Angelina. En el índice del libro sacramental aparece por error que los padres de Angelina son Manuel Sardina y Águeda de San Juan. Corregido el error, podemos señalar que Angelina Hernández tenía tan solo 13 años cuando su padre dicta su testamento y creemos que es la misma persona que, casada con Diego Rodríguez, tiene cuatro hijos en La Vega entre 1648 y 1664.
MANUEL HERNÁNDEZ SARDINA Y MARÍA GARCÍA
Partida de Matrimonio. Iglesia de Santa Brígida Libro 2 - Folio 25 Vto - Año 1639
"En 6 de octubre del año de 39 casé y velé los contenidos al margen según lo dispuesto por el Santo Concilio de Trento siendo testigos Bartolomé Díaz y Alonso Rodríguez y Sebastián Gil y otros muchos y lo firmé  ut supra”. Diego Ravelo Guerra.
Nota al margen: Manuel Sardina con María de San Juan y Bartolomé Gil con Inés de Montesdeoca.
Además de Bárbola de San Juan, por quien prosigue la línea, tenemos constancia de la existencia de otras hijas de este matrimonio: una llamada Sebastiana que nace en La Vega 1651 y otra llamada María de San Juan que casaría con Juan de la Torre. Una hija de estos últimos, llamada por igual María de San Juan, casó con Francisco Perera cuya información de génere nos ha sido de tanta utilidad para afianzar los enlaces. Dicha información pudo ser localizada gracias a la siguiente nota del archivo diocesano:
“Francisco Perera, marido de María de San Juan. Información ante Tomas Agustín de Sosa, año 1719, folio 258, donde consta que Manuel Sardina fundador de Capellanía era hermano de Amaro Sardina, que este caso con Bárbola de San Juan y tuvieron por hijo a Manuel Sardina que casó con María García y (estos últimos) a Bárbola de San Juan casada con Alonso Rodríguez”
BÁRBOLA DE SAN JUAN Y ALONSO RODRÍGUEZ DE VEGA
Encontramos asimismo en la carpeta del archivo diocesano un extracto de testamento que ha sido esencial para continuar el linaje hasta nuestros días:
“Alonso Rodríguez. Su testamento ante Hernando de la Cruz Alarcón a 17 de agosto de 1689 y declara que era hermano de don Luis Fernández de Vega, cura de la Vega, que casó con Bárbola de San Juan a quien nombró por albacea junto a su hermano Salvador de Vega y tuvo por hijos a María de Vega, a Bárbola de San Juan, a Manuel Sardina, a Blasina de Vega, a Juan Rodríguez, a Ana María, a Luis de Vega y a Manuel Gil”.
JUAN RODRÍGUEZ DE VEGA Y ANA GONZÁLEZ NAVARRA
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida  Libro 3 - Folio 181 - Año 1708
"En el lugar de la Vega en 11 de abril de 708; Yo don Cristóbal Rodríguez de Quintana con licencia del Beneficiado Cura de este lugar casé in facie ecclesiae a Juan de Vega viudo de Alexandra de Quintana con Ana González Navarra hija legítima de Martín Suárez y de Sebastiana González habiendo precedido las tres amonestaciones en tres días festivos al tiempo del ofertorio de las misas mayores… de que no resultó impedimento y fueron testigos Francisco Agustín, Juan Ruiz y otros muchos vecinos de este lugar. Y lo firmé”.  Cristóbal  Rodríguez de Quintana.
Nota: Juan de Vega había celebrado un primer matrimonio con Alejandra de Ortega de Quintana en la Iglesia de Nuestra Señora del Pino de Teror el 16 de Agosto de 1700 (Libro 2  folio 121 Vto). Él, hijo de Alonso Rodriguez de Vega y de Bárbara de San Juan, vecinos de Valsequillo, y ella, hija de Bartolomé Lezcano y de Sebastiana de Quintana, vecinos de la Vega donde dicen la Yedra."
FRANCISCA DE VEGA SUÁREZ Y CRISTÓBAL DE MONTESDEOCA
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, L4 -  199 – Nº 660 - Año 1740
"En 13 días del mes de julio de 1740 años Yo D. Joseph Antonio Falcón de Alarcón Beneficiado Servidor en esta ciudad de Telde asistí a la celebración del Santo Sacramento del Matrimonio que celebraron in facie ecclesiae  a Cristóbal de Montesdeoca, hijo legítimo de Juan de Montesdeoca y de Lucía Perera, vecinos del lugar de Arucas, y Francisca de Vega, hija legítima de Juan de Vega difunto y de Ana Suárez, vecinos de esta ciudad, … fueron testigos presentes D. Julián López de Morales Ministro del Santo Oficio, Juan Machín y José Díaz y otras muchas personas y lo firmé”. José Antonio Falcón de Alarcón.
ANA DE VEGA Y FRANCISCO SÁNCHEZ
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, L 7 - F 125- Nº 351- Año 1773
"En 5 de julio de1773 años Yo D. Domingo Monagas y Zorita Beneficiado Curado en esta ciudad de Telde Asistí a la celebración del Santo Sacramento del matrimonio que celebraron… Francisco Sánchez hijo legítimo de Salvador Sánchez y de Leonor de Ojeda, y Ana de Vega, hija legítima de Cristóbal de Montesdeoca y de Francisca de Vega vecinos de esta ciudad en Tenteniguada … siendo testigos presentes Joseph Ortega Padrón, Alonso Valerón, Francisco Álvarez y otras más personas y lo firmé”. Domingo Monagas y Zorita.
ANA SÁNCHEZ Y AGUSTÍN HERNÁNDEZ MONZÓN
Partida de Matrimonio Iª de San Miguel Arcángel de Valsequillo L1-F76 vto-Año 1821.
"En la Iglesia Parroquial del Arcángel San Miguel de este lugar de Valsequillo a 13 de agosto de 1821 años. Yo D. Agustín José de Sosa cura propietario de dicha iglesia casé  in facie ecclesiae a Agustín Hernández hijo legítimo de Pedro Hernández y de Juana Monzón vecinos de la Vega de Santa Brígida con Ana Sánchez hija legítima de Francisco Sánchez difunto y de Ana Montesdeoca vecinos de esta jurisdicción en Tenteniguada … siendo testigos el Provisor D. Juan Socorro vino de la Vega, Don Francisco Barrera, vecino de la ciudad, y Francisco Sánchez, de esta jurisdicción y lo firmé”. Agustín José de Sosa.
AGUSTÍN HERNÁNDEZ SÁNCHEZ Y Mª ANTONIA RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida  Libro 7 - Folio 101 - Año 1847
"Agustín Hernández hijo legítimo de Agustín Hernández y Ana Sánchez y María Rodríguez hija legítima de Antonio Miguel Rodríguez y María González fueron casados y velados por mí el infrascrito presbítero teniente de cura de esta parroquia hoy 21 de junio de 1847 …fueron testigos Antonio Miguel Rodríguez, D. Diego de Vega y José Robaina; son todos vecinos de este lugar y para que conste lo firmé”  José de Quintana.
AGUSTÍN HERNÁNDEZ REYES Y Mª JESÚS HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
Partida de Matrimonio Iglesia de San Lorenzo, Libro 4 - Folio 38 vto - Año 1872
"En la iglesia parroquial de San Lorenzo, pueblo del mismo nombre, Diócesis de Canaria a doce de febrero de 1872 yo el abajo firmado cura propio de dicha Iglesia casé por palabras de presente y velé a don Agustín Hernández, soltero y labrador, natural y vecino de Las Palmas, de edad de veinte y cinco años, hijo legitimo de Jerónimo Hernández y de Francisca Reyes, con María del Jesús Hernández, soltera y labradora, natural de Santa Brígida y vecina de Tamaraceite, de edad de veinte años, hija legitima de don Agustín Hernández y de doña María Rodríguez: precedieron los requisitos legales para la validez del contrato sacramental y fueron testigos don Lorenzo Hernández y don José Hilario García vecinos de este pueblo y para que conste firmo la presente”. Rubricado = Cristóbal Ramírez." 
Con la foto de mis bisabuelos Agustín Hernández y Mª Jesús Hernández, vecinos de Los Barrancos de Las Palmas,  en la que aparecen junto a  Mª Jesús, una de sus hijas, damos por hoy concluida la tarea esperando que haya sido del interés de los lectores.

 


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